
El padre Juan Diego Calderón, Superior Provincial de Centroamérica, preside la celebración de la Eucaristía
A imagen de Jesús, el Hijo predilecto « a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo » (Jn 10, 36), también aquellos a quienes Dios llama para que le sigan son consagrados y enviados al mundo para imitar su ejemplo y continuar su misión. Esto vale fundamentalmente para todo discípulo. Pero es válido en especial para cuantos son llamados a seguir a Cristo « más de cerca » en la forma característica de la vida consagrada, haciendo de Él el « todo » de su existencia. En su llamada está incluida por tanto la tarea de dedicarse totalmente a la misión; más aún, la misma vida consagrada, bajo la acción del Espíritu Santo, que es la fuente de toda vocación y de todo carisma, se hace misión, como lo ha sido la vida entera de Jesús. La profesión de los consejos evangélicos, al hacer a la persona totalmente libre para la causa del Evangelio, muestra también la trascendencia que tiene para la misión. Se debe pues afirmar que la misión es esencial para cada Instituto, no solamente en los de vida apostólica activa, sino también en los de vida contemplativa.
VIDA CONSAGRADA, de San Juan Pablo II, 72, 1996.
El pasado 8 de mayo, en la Capilla del Noviciado Continental de los Misioneros Combonianos en Xochimilco, México, hicieron su Primera Profesión religiosa 7 jóvenes de nuestro continente, queriendo así consagrar su vida al Señor con los votos de pobreza, castidad y obediencia. Alex del Brasil, Eusebio y Diego, de México, Max Ivan de Perú, Alexander de Ecuador y JONATAN y ROMEO de la Provincia de Centroamérica (PCA).
Contando con la presencia de Padres y Hermanos Misioneros Combonianos, de algunos otros religiosos, y familiares y amigos que pudieron hacerse presentes, en número reducido por causa de la pandemia y de las normas existentes, nos unimos en la oración y en la celebración Eucarística para recibir estos jóvenes, por su profesión, como miembros de nuestro Instituto Comboniano.
El camino que hacen no es fácil. Y como lo reafirmaron ellos: no es un camino que acá termina luego del Noviciado, al contrario, es un continuo seguir adelante, seguir descubriendo en el día a día qué el Señor les va instruyendo y guiando, cual sigue siendo Su voluntad para con ellos en este camino de entrega en la misión.
«Aquí está nuestro trabajo, nuestra entrega en la misión» es una de las frases de los cantos de esa celebración Eucarística. Con nuestras oraciones, queremos decirles que estamos junto a ellos en esa entrega que han hecho de sí mismos.
Jonatan Chajón es ahora Hermano Misionero Comboniano por sus primeros votos, y destinado a seguir sus estudios como tal, entregando su vida y su profesión, construyendo con la gracia de Dios ese camino al cual Él lo ha llamado.
Romeo Guarcax proseguirá sus estudios de Teología que lo lleven al camino del sacerdocio como misionero.
Ambos jóvenes son de nuestro país sede de la Provincia, Guatemala.
Que el ejemplo de estos jóvenes siga animando otros muchos en el seguir a Cristo, no solo de nuestra querida Centroamérica, sino de tantos otros lugares…